Tiene efectos beneficiosos inmediatos, ya que mejoramos nuestra respiración, reduce la presión arterial y, en última instancia, mejora nuestra calidad de vida.
Se utiliza en los tratamientos psicológicos para manejar la ansiedad y reducir el estrés.
Es una poderosa herramienta de Desarrollo Personal mejorando el autoconocimiento, evita las trampas del ego y la autocrítica, alcanzando unas relaciones personales más sanas.
A nivel profesional, la práctica de Mindfulness facilita la concentración en el trabajo y por tanto mejora el rendimiento. Reduce el estrés y mejora el clima laboral.
A pacientes con dolor crónico o enfermedades graves, como el cáncer, les ayuda a gestionar el gran impacto psicológico y emocional que supone enfrentarse a la enfermedad.
Mejora la concentración para los estudiantes y el manejo de las emociones desagradables (rabia, miedo, culpa, ansiedad, etc.)