¡¡¡VAMOS A LA PLAYA!!!

Los que me conocéis ya sabéis que soy una apasionada del mar. Cualquier momento del día es estupendo, por la mañana muy temprano, a media mañana o por la tarde… Os propongo un ejercicio de Mindfulness que he realizado en varias ocasiones, con mucha curiosidad y me ha fascinado cómo lo he vivido y me he sentido.

Vete a la playa dónde no haya una gran multitud de personas. Y lleva tu atención durante unos 10-20 minutos a los sonidos.

Puedes acompañar con tu atención el sonido de la ola que rompe Ahora, observa si ese sonido nace de tu derecha y se desplaza hacia la izquierda (de poniente a levante) o al revés. Observa si es suave, intenso… percibe ese espacio de tiempo hasta que otra ola acaricia la arena…

Lleva tu atención al susurro del viento cuando mueve las hojas de una palmera y al silencio. Vuelve a posar tu atención en el siguiente sonido que pueden ser la voz de alguna persona, niños jugando en la orilla, o el chillido de una gaviota en su vuelo rasante. Mantén tu atención segundo a segundo en cada sonido, percibe el motor de una embarcación, el alegre ladrido de un perro, el sonido de los chinos y la arena con cada uno de tus pasos…

Vuelve, vuelve a observar el sonido de esta ola, y la siguiente, y vuelve al sonido de las olas una y otra vez..

Es una experiencia maravillosa poder escuchar plenamente tantos sonidos, y cuanto más mantengo mi Atención en ellos es como descubrir un modo de estar totalmente nuevo. Me sentí tan sintonizada con el entorno, tan presente, tan serena que os invito a compartir la experiencia.


Amalia Ortega García

Psicóloga-Especialista en Mindfulness